Racionalizadores de potencia eléctrica

racionalizadores de potencia eléctrica

Cada vez somos más conscientes de la importancia de gestionar mejor el consumo energético, y para ello existen recursos como es el caso de los racionalizadores de potencia eléctrica, un dispositivo que supone grandes ventajas al consumidor, del cual vamos a aprender sus características, forma de funcionamiento y todos los detalles para poder sacarle el máximo partido.

¿Qué es un racionalizador de potencia?

Lo primero y más importante es entender qué es un racionalizador de potencia, para comprender los posibles usos y ventajas que aportará en nuestro hogar, oficina, comercio o cualquier otro tipo de instalación.

Se trata de un dispositivo que está diseñado para poder desconectar de forma automática y selectiva, aquellas cargas que considera como no prioritarias, funcionando tanto en instalaciones monofásicas como trifásicas.

De esta manera, al tener una potencia contratada determinada, en el momento en el que el conjunto de electrodomésticos conectados superen dicha cantidad, automáticamente el racionalizador se encargará de ir seleccionando los electrodomésticos a desconectar en base a su consumo de potencia.

Este corte de suministro a dichos aparatos se realizará antes de que el limitador de la instalación eléctrica salte, y estará pendiente para que, en el momento en que la suma de consumos vuelva a descender, volver a conectarlo sin nuestra intervención. En nuestra tienda de electricidad online puedes encontrar productos para proteger tu instalación eléctrica.

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¿Cómo funciona un racionalizador de potencia?

Mediante una toma de tensión de red y una pinza amperimétrica, el racionalizador se encarga de medir la potencia total que se está consumiendo en la instalación.

Previamente el usuario ya habrá configurado la potencia máxima contratada, y habrá añadido las diferentes cargas a cada una de las salidas disponibles, indicando así al dispositivo cuáles son los elementos no prioritarios.

Cuando la suma de todos los consumos sea superior a la potencia máxima contratada, automáticamente el dispositivo ira desconectando los aparatos conectados a las salidas no prioritarias en el orden establecido, y desconectará tantos como sea necesario hasta volver a reducir el consumo por debajo de la potencia máxima instalada.

Un ejemplo sería tener contratados 4,5 kW y enchufamos dos estufas de 1000 W y ponemos la vitrocerámica de 2000 W, de manera que en ese momento se estarán consumiendo 4000 W, por lo que el sistema no interrumpirá ningún suministro.

Sin embargo, si en ese momento enchufamos un horno que consume el 1800 W, pasaremos a estar consumiendo 5800 W, muy por encima de los 4500 W que tenemos contratados.

De esta manera, el racionalizador entrará en funcionamiento para desconectar por orden los aparatos a los que se haya dado prioridad, entre los que por ejemplo se van a encontrar las estufas.

Desconectará la primera estufa por lo que el consumo bajará a 4800 W, todavía por encima de lo contratado, por lo que procederá a desconectar la segunda estufa y el consumo pasará a ser de 3800 W.

En el momento en el que el horno o la vitrocerámica se desconecten, el racionalizador de potencia eléctrica conectará automáticamente de nuevo las dos estufas que había desconectado.

¿Qué aparatos eléctricos pueden controlarse?

Se puede conectar cualquier tipo de aparato eléctrico, pero con la particularidad de que lo interesante es optar por aquellos que tengan un mayor consumo y una menor prioridad.

Entre los más habituales se encuentran los radiadores eléctricos o sistemas de calefacción que consumen electricidad, el aparato de aire acondicionado, el termo eléctrico, etc., de manera que pequeñas interrupciones cuando se haya sobrepasado no influirán realmente en su rendimiento ni en el confort.

¿Por qué invertir en un racionalizador de potencia?

Se trata de un dispositivo que requiere una inversión muy pequeña teniendo en cuenta las grandes ventajas que ofrece, por una parte a la hora de mejorar la seguridad de la instalación, y por otra para evitar que la electricidad salte cada vez que superamos la potencia contratada.

Cuándo se recomienda usar este aparato

El racionalizador de potencia es bienvenido en todas las instalaciones siempre y cuando queramos una mejora a nivel de seguridad y confort, pero es especialmente interesante cuando en el hogar tenemos muchos dispositivos alimentados mediante electricidad o que tengan una potencia elevada.

También se recomienda su instalación en el caso de que la potencia contratada sea baja o esté por debajo de los niveles de consumo a los que podamos estar acostumbrados, con lo cual, se reducirá el riesgo de sobrepasar la potencia máxima contratada y, por tanto, se evitará la interrupción en el suministro eléctrico.

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